Amy Goodman,
con la colaboración de Denis Moynihan
“Odio la guerra”, afirmó Koji Hosokawa cuando nos encontrábamos junto
a la llamada Cúpula de la Bomba Atómica en Hiroshima, Japón. En un
extremo del Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima se erige el
esqueleto de un edificio de cuatro pisos. El edificio fue uno de los
pocos que quedaron en pie después de que Estados Unidos lanzara la bomba
atómica en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 a las 8.15 de la mañana.
Tres días más tarde, Estados Unidos lanzó una segunda bomba en Nagasaki.
Cientos de miles de civiles murieron, muchos al instante y otros tantos
lentamente como consecuencia de quemaduras graves y de lo que más tarde
pasó a conocerse como enfermedades provocadas por la radiación.