Amy Goodman y Denis Moynihan
La vida de Pete Seeger, al igual que el arco del universo moral que
célebremente invocó el Dr. Martin Luther King Jr., se inclina hacia la
justicia. Seeger murió esta semana a los 94 años. Durante gran parte del
siglo pasado le cantó verdades a quienes estaban en el poder, a través
de su épica lucha por la justicia social, los derechos civiles, los
trabajadores, el medio ambiente y la paz. Sus canciones, sus sabias
palabras y su legado resonarán durante muchas generaciones.
Los padres de Pete eran músicos. Sus viajes por Estados Unidos
permitieron a sus hijos conocer la música del ambiente rural
estadounidense. A los 19 años, Pete trabajaba para el aclamado cantante
de música folk Alan Lomax grabando y catalogando canciones de música
folk para la Biblioteca del Congreso. Allí conoció a Woody Guthrie, el
legendario trovador de la clase obrera de la época de la Gran Depresión,
que era un poco mayor que él. Seeger viajó con Guthrie, aprendió a
subirse a los vagones de los trenes de carga y decidió combinar su
pasión por la búsqueda de la justicia con su talento musical. Él, Woody y
otros músicos formaron el grupo Almanac Singers en 1940. Vivían en
forma comunitaria en el barrio Greenwich Village, en Nueva York, y
trataban de vivir de la música. Poco después comenzó la Segunda Guerra
Mundial.