martes, 31 de julio de 2012

Mario Felipe Martínez Castillo, in memoriam

Por Rolando Sierra Fonseca (historiador y sociólogo)

La muerte de Mario Felipe Martínez Castillo, el día 30 de julio del 2012,  significa para Honduras la pérdida del  primer hondureño en obtener un doctorado en historia y ser uno de los representantes de la transición hacia una historia académica y documental dentro de la historiografía hondureña. Nacido en la ciudad de Comayagua el 16 de septiembre de 1932. Hijo del doctor Carlos Martínez Palma de origen guatemalteco y la señora Mercedes Castillo Cruz, originaria de la primera capital política de Honduras.


Sus estudios primarios y secundarios los realizó en Guatemala y México. Luego realizó sus  estudios universitarios en Brasil, obteniendo el grado de licenciatura en historia en la Universidad de Río de Janeiro; el grado de maestría  en la Academia de Geografía e Historia  de la Universidad de Parabará, en este país  fue compañero de estudios del destacado historiador latinoamericano Ciro F. Cardoso, y se doctoró en historia por la Universidad de Sevilla en España, especializándose en Historia del Arte Hispanoamericano.



A lo largo de su vida son variados los aportes que el Dr. Martínez Castillo realizó en el campo de los estudios históricos y del arte en Honduras. En primer lugar, fue uno de los fundadores, en la década de los setenta del siglo XX, de la carrera de historia en la UNAH, junto con Marcos Carías, Marielos Chaverri y Laura Gálvez, en donde se han graduado cerca de cien nuevos profesionales en este campo del saber. En segundo lugar, el papel que desempeñó como asesor histórico de la  Cancillería de la República dentro de la Comisión de Soberanía y Fronteras. Cabe decir que el Dr. Martínez   estuvo presente en el juicio oral de la sentencia de la Corte Internacional de la Haya, Holanda, donde se dio el veredicto en 1992 a favor de Honduras, siendo una de las figuras claves en la sustentación documental para que Honduras obtuviera un veredicto favorable. En tercer lugar, el Dr. Castillo fue un infatigable investigador del período y el arte colonial hondureño, legándonos, desde ya, una serie de publicaciones que dan a conocer gran parte de la documentación, que pocos historiadores hondureños han tenido acceso, de los archivos de España, Guatemala y México.



Puede decirse que Mario Felipe Martínez, poco a poco, y por su obra será siempre un referente de los estudios coloniales en Honduras. Así en su obra publicada nos ha legado, la referencia a la existencia y  la muerte del considerado nuestro primer héroe nacional Lempira en su libro: Los últimos días de lempira y otros documentos. El conquistador español que venció a Lempira (1987), de igual modo estudio los grupos étnicos prehispánicos en su ensayo Presencia de grupos mexicanos antes y después de la conquista de Honduras (1981), también analizó la presencia de la población negra en Honduras en su ensayo XXXX. Una segunda temática dentro de los estudios fue la historia regional de la Honduras colonial, como puede leerse en sus publicaciones: "Proceso de formación de la Villa de Santa Cruz de Yoro", Revista Historia Crítica, No.2, Carrera de Historia UNAH;  "Comayagua durante la Centuria de Fernández de Oviedo", Revista Historia Crítica, No.3;  Introducción histórica al pueblo de Quezailica (1993), no obstante en esta temática sobresale el estudio de la Tegucigalpa colonial en su importante texto Apuntamientos para una historia colonial de Tegucigalpa y su alcaldía mayor (1982) y su reciente libro publicado en el presente año Lecturas de Tegucigalpa.

La historia de las instituciones coloniales en Honduras también fueron objeto del que hacer investigativo de  Martínez Castillo, como la educación, la salud y el régimen de intendencias en sus publicaciones: Capítulos sobre el colegio tridentino de Comayagua y la educación colonial en Honduras (1967)); La intendencia de Comayagua (2001), Textos inéditos de la historia colonial de Honduras (2009), que junto con su libros Documentos para la historia de Honduras (1983), y Los forjadores de la identidad nacional (2011) constituyen la base para un acercamiento interpretativo y documental para el conocimiento  de la sociedad colonial hondureña. No obstante, fue el estudio del arte colonial latinoamericano y hondureño lo que apasionó a Martínez Castillo, por eso es dable decir que su mayor obra fue, sin duda, Cuatro centros de arte colonial provinciano criollo en Honduras (1992), con la cual obtuvo el premio de estudios históricos Rey Juan Carlos I, que otorga la Embajada de España en nuestro país.

No cabe duda que los historiadores del siglo XXI encontrarán en la obra de Mario Felipe Martínez Castillo un punto de partida, en sus fuentes y documentos, para interpretar la sociedad colonial hondureña y su incidencia en el presente. Así como la memoria, de quien ejerció el oficio de la historia con dedicación, compromiso  y diálogo permanente con las fuentes.

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