Amy Goodman
Esta semana concluyó el juicio federal contra un activista cibernético y el de otro está por comenzar. Aunque los acusados de estos juicios son dos jóvenes, Jeremy Hammond y Bradley Manning, lo que debería ser juzgado es la creciente amenaza del secretismo con el que actúan el gobierno y las grandes corporaciones.
Esta semana concluyó el juicio federal contra un activista cibernético y el de otro está por comenzar. Aunque los acusados de estos juicios son dos jóvenes, Jeremy Hammond y Bradley Manning, lo que debería ser juzgado es la creciente amenaza del secretismo con el que actúan el gobierno y las grandes corporaciones.
Hammond se enfrentaba a más de treinta años de cárcel acusado de
cargos por hackear el sistema informático de una compañía privada de
seguridad e inteligencia llamada Strategic Forecasting, o Stratfor, pero
aceptó declararse culpable de un cargo de hackeo informático a cambio
de una reducción de pena. Según explica su propio sitio web, Stratfor se
dedica a “inteligencia geopolítica, previsiones económicas, políticas y
militares”.