Yesenia Martínez
Historiadora-SE
Se ha tenido que esperar más de quince años para que dentro
del sistema educativo público de Honduras se lograra nuevamente la meta de
cumplir en un año escolar 200 días clases. Este 29 de octubre no solo se habrá
cumplido con la meta sino que habrán sobrepasado la misma en menos tiempo de lo
que ha ocurrido en las últimas dos décadas, atendiendo el Art. 16 de la Ley
Fundamental de Educación del año 2012 que manda que todos los niños, las niñas
y jóvenes tienen el derecho de recibir las clases de acuerdo con el calendario
académico.
En noviembre del 2010 un diario costarricense expresaba que
Costa Rica era el único país de Centroamérica en haber cumplido con el
calendario de los 205 días lectivos que manda la ley de este país, irónicamente
se refería a que “su cumplimento brilla por su ausencia, para muestra un
botón…” tratándose de mostrar lo negativo para cada país de la región. Para el
caso de Honduras el incumplimiento no solo es para este año, sino que los datos
pueden validarse en los últimos quince años.
Después de aprobado el Estatuto del Docente Hondureño hasta
el 2008 fuentes e informes de organismos internacionales evaluaron por una
década el sistema educativo y mostraron que apenas se cumplía con un promedio
de 125 días de clases; otros datos hacen referencias que solo se cumplieron “90
días en el año 2005, 160 en el 2006, 190 en el 2007, 170 en el 2008 y 135 en el
2009”. Para el 2010 y 2011 la crisis se agudizó y esto provocó no solo no
cumplir con el calendario académico sino también en avanzar muy lento en el
compromiso del Estado de lograr las metas EFA.
Son una serie de factores que han influido para recuperar la
gobernabilidad del sistema y cumplir con el Art. 10 de la Ley Fundamental de
Educación que se refiere a la obligación de los padres, madres y tutores,
quienes han acompañado a los docentes que con su voluntad y el compromiso están
demostrando a toda la sociedad hondureña los resultados.
Si bien, esta meta puede verse como una solo desde una
perspectiva cuantitativa, ello conlleva una serie de elementos que permiten
también avanzar la calidad educativa. Entre ellos sobresalen los siguientes: el
uso óptimo, creativo y responsable de como los docentes y estudiantes lo
utilizan para desarrollar lo programado en el Currículo Nacional Básico, el
mejor aprovechamientos de los recesos y el regreso a los sábados cívicos solo
es una muestra. Claro está que las aulas abiertas solo es un referente de
compromiso y responsabilidad, y se puede afirmar que no solo se celebra la
cantidad de días clases, sino visto este cumplimiento como la herramienta clave
para la jornalización escolar y como se logran otras metas educativas.
Aun cuando, el calendario escolar varía para cada país en la
región centroamericana. En este año la Escuela Pública se vuelve competitiva,
al atender además de la programación temática de los CNBs, invertir los tiempos
calendarios y recesos, y en este caso los días a favor después de los 200 días
logrados, con la libertad de cátedra para desarrollar un programa creativo y
pedagógico de actividades artísticas y deportivas, la enseñanza de las lenguas
autóctonas o extranjeras, como ya lo están haciendo en los sábados cívicos los
pueblos indígenas y afro hondureños, porque no solo ellos deben cumplir con la
educación multicultural y multilingüe, sino cada uno de los estudiantes y
docentes de todos los centros educativos; otros lo aprovecharan con programas
de lecturas, preparando a los niños y niñas para un mejor rendimiento en las
clases de español y alcanzar un mejor nivel intelectual; quizá algunos
utilizaran el tiempo en la formación en valores y preparar a los estudiantes a
ser mejores ciudadanos y ciudadanos; al uso de las tecnologías vinculados a la
consulta y aprendizaje; visitar museos y galerías de arte donde las hay;
compartir experiencias entre los centros educativos.
Por otra parte, con las aulas abiertas se ha permitido en el
2012 y 2013 evaluar por primera vez el desempeño docente, el rendimiento
académico de 1ero. a 6to. Grado en las áreas de Matemáticas y Español, logrando
un 76.56% y 77.83%, datos que sobrepasan las metas EFA para el 2015. Por ello,
el 2013 quedara marcado en el calendario escolar como un año referente y
positivo en el sistema educativo, y la sociedad hondureña será testigo de ello.
A este logro se suma la inversión en construcciones
escolares de más de 100 millones de lempiras, ausente por más de 12 años; a la
entrega de 1,407,628 textos y guías de Matemáticas, y 1,391,667 textos de
Español de 1ero a 6to grado; un aproximado de 1,525,411 textos de Ciencias Naturales
y 1,695,268 de Ciencias Sociales en proceso; al programa de alfabetización
escolar; programa de extensión de cobertura en los pueblos fronterizos,
indígenas y fronterizos, expansión de cobertura a nivel pre básica, entre
otros.
Este año es de celebrar y celebrar con los niños, niñas y
estudiantes junto con padres de familia, docentes, autoridades del sistema
educativo, y con todos aquellos entes nacionales e internacionales que
acompañan a demostrar que trabajando juntos es posible lograrlo. Al Estado de
Honduras le queda el cumplir con otros desafíos en este y los próximos años.
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