Por Roberta Jacobson
Secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental
Secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental
En la Cumbre de las Américas que tuvo lugar del 14 al 16
de abril en Cartagena (Colombia), Estados Unidos y nuestros socios del hemisferio
alcanzamos acuerdo en mucho más que lo que los medios han informado. Como
reflejo de las asociaciones iguales y pragmáticas que han caracterizado a la
política de la administración Obama en el Hemisferio Occidental, los líderes acordaron
varias medidas concretas para hacer frente a algunos de los desafíos más
importantes que afrontamos. Inauguramos varias iniciativas regionales centradas
en las oportunidades educativas, la interconexión y el acceso a la electricidad,
el mayor acceso a banda ancha y la competitividad económica, todo lo cual beneficiará
a los ciudadanos del hemisferio durante décadas futuras. El presidente Obama reiteró
también el compromiso de Estados Unidos con las iniciativas de seguridad bilaterales
y regionales que contribuyen a proporcionar mayor seguridad en la vida diaria
de personas en todo el hemisferio. La mayoría de los líderes de las Américas acudieron
a Cartagena centrados en esta agenda de futuro para el siglo XXI y Estados Unidos
estuvo dispuesto a colaborar con ellos.
Cumpliendo con el lema de la cumbre: “Conectando las Américas:
Socios para la Prosperidad”, el presidente Obama promovió su meta “100.000 en
las Américas” dirigida a aumentar los intercambios educativos en la región y ayudar
a la próxima generación de jóvenes líderes a comprenderse mejor unos a otros, y
desarrollar una fuerza laboral preparada para hacer frente a los desafíos de
los próximos años. Colaboramos con universidades, con el sector privado y con
los gobiernos de la región para apoyar más intercambios educativos y
profundizar los lazos entre nuestros países.
Junto con la secretaria de Estado Clinton y el director ejecutivo
de AES Corporation, el gobierno colombiano inauguró una iniciativa importante denominada
“Conectando las Américas 2022” que, en la próxima década, aumentará el acceso a
la electricidad segura, limpia y económica para los 31 millones de ciudadanos
de la región que carecen de ella. Este proyecto se basa en la Asociación de
Energía y Clima de las Américas (ECPA), que el presidente Obama estableció en
2009, y servirá de estructura para reforzar las actividades regionales y binacionales
para llevar electricidad a todas las partes del hemisferio. De igual manera,
muchos países, entre ellos Argentina y Brasil, dedicaron sus esfuerzos a un
objetivo en la cumbre dirigido a aumentar las redes de telecomunicación en toda
la región, especialmente en las zonas remotas. El presidente Obama propuso una
Asociación de banda ancha de las Américas que amplifique estos esfuerzos y promueva
el acceso universal a las comunicaciones y tecnologías de banda ancha que
mejorarán el espíritu competitivo de nuestra región y promoverán la inclusión
social.
El presidente Obama inauguró también la Red de Pequeñas
Empresas de las Américas, que vincula a 2.000 centros de desarrollo de pequeñas
empresas con los dos millones de clientes a los que sirven. Estos centros
ayudan a los empresarios a hacer realidad sus sueños y a crear empleo en
Estados Unidos y en toda la región. Esta nueva iniciativa permitirá que las
pequeñas empresas aprovechen las oportunidades mundiales de la misma manera en
que lo han hecho los exportadores más grandes de Estados Unidos, Asia y Europa.
Para garantizar que el crecimiento económico sea
inclusivo, la secretaria Clinton inauguró “WEAmericas”, una innovadora colaboración
público-privada que proporciona a las mujeres empresarias acceso a mejor
capacitación en las prácticas comerciales básicas y mayor acceso a los mercados
y al financiamiento.
Por supuesto, hubo también verdaderos debates. Uno fue
sobre si Cuba debería ser invitada a Cumbres futuras. Estados Unidos espera con
interés el día en que un líder libremente elegido por el pueblo cubano pueda
participar en la Cumbre de las Américas. Mediante la adopción de la Carta
Democrática Interamericana de 2001, los países hicieron un extraordinario
compromiso regional para proteger y promover la democracia. Estados Unidos
sigue creyendo que ese compromiso se aplica a todos los países de las Américas
y debe reflejarse en la reunión más relevante de la región: la Cumbre de las
Américas.
La cumbre reflejó un consenso admirable con respecto a la
importancia de aumentar la competitividad económica, la equidad social y la
integración energética, que son todos de suma importancia para la vida de los
casi 1.000 millones de ciudadanos del hemisferio. Es en ese espíritu que la administración
Obama continuará trabajando con nuestros socios de las Américas para lograr mayor
prosperidad, seguridad y oportunidades para todos nuestros ciudadanos.
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